La idea de hacer esta página surgió en diciembre de 1999 mientras observaba el primer sitio en honor a esta maravillosa artista, hecho por Melissa Seuret. Me di cuenta que yo tenía suficiente material para hacer algo hasta cierto punto distinto a lo que ofrecía la página de Melissa. En realidad, obtuve mi material sobre Marisol a través de una investigación que llevé a cabo durante 8 meses utilizando como fuente principal algunos periódicos y revistas españoles y puertorriqueños publicados de 1960 a 1988 y de 1998 al año 2000. Se me ocurrió hacer la investigación luego de ver el reportaje que presentó José Manuel Parada en su programa Cine de Barrio en enero de 1999 acerca de la Exposición en Málaga sobre la trayectoria artística de Marisol y que llevó por título Homenaje a una musa. Me impresionó tanto la cantidad de objetos que recuerdan la vida y la obra de esta artista que me di a la tarea de ver qué encontraba por mi cuenta. El proceso fue lento y difícil ya que tuve que ver miles de páginas de periódicos y revistas. Sin embargo, la alegría que experimentaba cada vez que encontraba algo fue infinitamente mayor y me sirvió de estímulo para continuar.
También he utilizado otras fuentes de información para la preparación de mi página tales como la Enciclopedia del Cine Español, entrevistas televisivas a la artista, comentarios de compañeros de la actriz presentados principalmente en el programa Cine de Barrio y anécdotas de amistades mías que vivieron esa época y tuvieron la dicha de verla en persona o en la televisión durante alguna de sus visitas a Puerto Rico. Por su puesto, las películas de la artista, sus discos y programas de televisión en los cuales participó son, en sí mismos, valiosos documentos históricos.
A mi juicio, la página tiene tres propósitos fundamentales. En primer lugar, es una especie de humilde y sencillo homenaje a alguien - MARISOL / PEPA FLORES - cuyo arte nos ha dado tantas horas de alegría, diversión y emoción durante muchísimos años. En segundo lugar, es un mecanismo efectivo para seguir difundiendo su legado artístico sobre todo a los más jóvenes y entre aquellos que solamente conocen una parte del mismo. En tercer lugar, es una manera de dejarle saber a esta artista que la recordamos, la queremos como desde el principio y que no la olvidaremos nunca.
Quisiera dejar claro dos puntos acerca del contenido de esta página. Por un lado, es imposible presentar en una sola página de Internet absolutamente todos los detalles relacionados con la carrera artística de Marisol-Pepa Flores. Esta tarea debe ser una en conjunto por lo cual todas las páginas que ya existen, así como las que se hagan en el futuro, son valiosos elementos en la reconstrucción parcial de la trayectoria profesional y en algunos casos personal, de la artista malagueña. Por otro lado, aunque Marisol es la figura central de esta página también habrá referencias a otras personalidades del mundo artístico relacionadas con ella.
Yo no pertenezco a la generación de Marisol pero, al igual que millones de personas en tantos países del mundo, también crecí viendo las películas que rodó en la década del sesenta. Estoy segura de que la mayoría de los puertorriqueños que tienen más de 30 años recuerdan, como yo, con emoción y nostalgia aquel entrañable y mítico programa llamado El Telecine de la Tarde que difundía Telemundo Canal 2 y que presentaba la actriz española Pilar Arenas. Este programa ofrecía películas españolas, mexicanas y argentinas y la anfitriona intercalaba datos y anécdotas sobre los artistas y el rodaje. Por su puesto, fue en El Telecine de la Tarde donde vi las películas de Marisol así como de otros excelentes artistas hispanos incluyendo a varios infantiles-juveniles como Joselito, Rocío Dúrcal, Pili y Mili, y Pablito Calvo que tuvieron gran éxito y quedaron para siempre en el recuerdo de quienes crecimos con ellos.
Pienso que el éxito en Hispanoamérica de los llamados “niños prodigio” del cine español, entre ellos Marisol, se debió no solamente al gran talento y simpatía que poseían sino también a que llenaron un vacío existente ya que no había un cine dirigido a los niños y adolescentes con temas inherentes a éstos y donde fueran ellos los verdaderos protagonistas. Sólo México, España y Argentina tenían una industria cinematográfica suficientemente desarrollada y sólida con la cual dominaron el mercado en español. Quizás un aspecto a destacar acerca de los “niños prodigio” es que no sólo gustaron a los espactadores de su edad sino que también tenían gran cantidad de fanáticos entre los mayores.
Por otra parte, la primera referencia sobre Marisol que encontré durante mi investigación fue en el periódico español ABC del 30 de junio de 1960 que entre otras cosas señalaba lo siguiente: “Hay que verla en persona y en la pantalla para comprender que no será una estrella fugaz, una de esas estrellas - se dan mucho en los artistas infantiles - que cruzan velozmente el cielo y desaparecen. Sobre todo, reúne aquellas dos cosas que pedía Federico García Lorca: lleva en su diminuta persona el ángel y el duende. Hay que ver a Marisol para darse cuenta del prodigio de su encanto, de la expresividad y extraordinaria simpatía que toda ella emana, de su gracia asombrosa. El arte, cabe decir, ha nacido con ella”.
El periodista que escribió las palabras expuestas en el párrafo anterior tenía razón. Esta artista malagueña se ganó un espacio permanente en el corazón de millones de fanáticos dentro y fuera de España desde el primer momento en que vieron su imagen en la pantalla del cine o de la televisión y escucharon su voz en los discos o en el radio. Cada día me convenzo más de que no se puede escapar de la magia de Marisol. Para ilustrar esta afirmación voy a contarles dos anécdotas. La primera me ocurrió en julio de 1999 con una señora de 50 años residente en Ponce, ciudad al sur de Puerto Rico. Una mañana en la oficina donde trabajo en San Juan, yo estaba escribiendo en la computadora (ordenador) mientras cantaba Adiós al colegio. La señora me escuchó y con cara de éxtasis se acercó lentamente y me dijo cuando terminé: “Esa canción era de Marisol”. Yo le contesté: “No. Esa canción era, es y será siempre de Marisol porque nadie más la ha grabado y aunque alguien lo hiciera no podría superar la versión de ella”. La señora me dijo: “Yo la recuerdo bien porque vi la película en el cine cuando tenía 10 años. Además, los niños del colegio donde yo estudiaba nos aprendimos esa canción y la cantábamos”. La segunda anécdota me sucedió a principios del año 2000 con el nieto de 4 años de una compañera de trabajo que también es “Marisolera”. Yo grabé para ella un cassette con algunas de las canciones de las primeras películas de Marisol. El niño le preguntó a la abuela cómo se llamaba la nena que cantaba, a quien nunca ha visto, y ella le respondió que su nombre era Marisol pero él aún no lo entiende y dice que la nena que canta la canción del caballito (es decir, Corre, corre caballito) se llama “chiquitina”. Al niño le gustan tanto algunas de esas canciones que todos los días le pide a su abuela que le ponga a “chiquitina”. Estas anécdotas son tan sólo dos ejemplos de los muchos que se podrían contar acerca de la atemporalidad del mito de Marisol.
Por último, ¿por qué dedicarle una página de Internet a Marisol? Simplemente, porque Marisol marcó una época dentro del mundo artístico mundial y su impacto en las masas populares aún no ha sido igualado por ningún otro artista infantil ni juvenil. Durante los años de mayor auge de su carrera artística, es decir, la década del sesenta, la misma escena se repetía una y otra vez en cada país que visitaba Marisol: cines y teatros abarrotados de fanáticos de todas las edades para ver sus películas o sus presentaciones públicas, aumento en la audiencia de aquellos programas de televisión en los cuales se presentaba, filas interminables de fanáticos esperando para obtener un autógrafo, y una inmensa cantidad de objetos para la venta con su imagen. Si alguien pensó alguna vez que el paso del tiempo, el retiro o el anonimato voluntario de la artista, la harían caer en el olvido, se equivocó rotundamente. Prueba de esto es, por un lado, la gran cantidad de memorabilia sobre la artista que se vende a través de Internet y el mercado convencional, y por otro lado, los homenajes, exposiciones y sitios en Internet utilizados para mostrar y de cierta forma perpetuar el legado artístico de Marisol.
Magalis Cintrón-Butler